Soluciones para crecer en la innovación tecnológica para la agricultura


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La innovación tecnológica es una de las claves para afrontar los retos a los que se enfrenta la agricultura del futuro. Según señala un informe del Banco Mundial, la innovación agrícola y la tecnología resultan fundamentales no solo para reducir la pobreza en los países en desarrollo, sino también para satisfacer la creciente demanda de alimentos en el mundo y para hacer frente al cambio climático.

Las soluciones basadas en la innovación tecnología se centran especialmente en aumentar la productividad de los cultivos, pero desde el respeto al entorno y a los propios agricultores. La clave está en encontrar soluciones que se adapten a las necesidades de los ecosistemas, los productores y los consumidores. Para lograr este objetivo, trabajar desde la innovación en la agricultura resulta absolutamente necesario.

Es en esa línea en la que trabajamos desde Tradecorp. Contamos con nuestro propio equipo de investigación, que entiende la innovación como un concepto amplio que va más allá de la tecnología. La innovación agrícola se aplica a los productos, pero también a los procesos. En nuestro caso, por ejemplo, somos capaces de desarrollar productos nutricionales exclusivos e innovadores como la Gama Phylgreen, pero, también nos preocupamos por cuestiones como la gestión eficiente del agua en los cultivos.

Nuestras Soluciones para Crecer en innovación se asientan sobre los pilares de la dedicación y la pasión, y tenemos el objetivo de encontrar la solución más adecuada para cada situación, que se adapte a las necesidades de cada agricultor y cada cultivo. 

A través de la innovación tecnológica en la agricultura, conseguimos crecer gracias a una producción razonada, integrada, sinérgica e inteligente.

Innovación tecnológica en la agricultura 

Un mayor uso de la tecnología en la agricultura conduce a un aumento de la producción, lo cual a su vez supone la creación de más y mejores empleos, así como el impulso de la agricultura local y una menor dependencia de la foránea.

La innovación en la agricultura permite mayor productividad y rentabilidad, pero, sobre todo, es necesaria para asegurarse de que este crecimiento se produce de una manera sostenible tanto a nivel medioambiental como socioeconómico.

Se aplica la innovación agrícola para la protección del medioambiente, optimizar y conservar los recursos naturales o para adaptarse a los desafíos climáticos, pero también es extremadamente útil para lograr un mayor rendimiento de los cultivos, mejorar su gestión y la calidad de los productos, o introducir nuevos cultivos y sistemas de producción que permitan un mejor aprovechamiento y cuidado de los suelos al tiempo que se cubren las nuevas demandas de los consumidores.

Innovar en la agricultura supone aplicar el uso de la razón al trabajo en el campo, pensar en cómo ser más eficientes y aprovechar las nuevas tecnologías para tomar mejores decisiones; se trata, en definitiva, de hacer una gestión más inteligente del campo aprovechando las múltiples herramientas, digitales o de otro tipo, que la innovación tecnológica pone a nuestro alcance.

 

Crecer en innovación

Las nuevas tecnologías nos ofrecen un buen número de herramientas que se pueden utilizar para llevar a cabo una gestión más inteligente del campo. Gracias a ellas, podemos obtener más información que nos ayudará a conocer mejor nuestros cultivos y todo lo que les afecta. Además, nos permitirá estar más conectados, dando como resultado un modelo agrícola integrado en el que se cree una sinergia que facilite y optimice todos los procesos, del campo a la mesa.

La llamada AgTech (Agro Technology) aprovecha diversos avances tecnológicos de los últimos años para mejorar los procesos agrícolas y, en consecuencia, su producción. La agricultura digital es un sector en pleno desarrollo del que cada vez surgen más aplicaciones y software que permite evaluar el estado de salud de los cultivos, hacer previsiones meteorológicas más precisas, utilizar sistemas electrónicos que conectan agricultores, compradores y consumidores, o simplificar la logística en la distribución.

La agricultura 4.0 o la 5.0 utilizan la inteligencia artificial para hacer predicciones que, por ejemplo, ayudan a optimizar recursos o prevenir plagas. El IoT (internet de las cosas) pone a disposición del campo drones, sensores y otros dispositivos que permiten monitorizar los cultivos o hacer un uso más eficiente de los productos fitosanitarios. La robótica simplifica los procesos a través de la automatización, lo cual supone un ahorro de tiempo y dinero que se puede dedicar a la investigación y el desarrollo, mientras que la biotecnología en agricultura ofrece la posibilidad de crear productos de mayor calidad, más ecológicos y resilientes.

Pero la innovación aplicada a la agricultura no se limita únicamente al uso de la tecnología. Crecer en innovación para la agricultura significa buscar aquellas soluciones que sean las mejores para cada cultivo dependiendo de sus circunstancias. Así, la innovación tecnológica en la agricultura no es solo desarrollo tecnológico, sino principalmente cómo utilizar esa tecnología para crecer y, al mismo tiempo, hacerlo de la mejor manera.