Cuidados y cultivo de maíz


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Cuidados y cultivo de maíz

El cultivo de maíz es uno de los principales cultivos en todo el mundo. Es el tercer cereal más consumido a nivel global, junto con el trigo y el arroz, pero también se utiliza como forraje y tiene importantes usos industriales, por ejemplo, en la industria papelera o en la cosmética.

Por volumen, el maíz es el mayor cultivo del mundo, con una producción que en la actualidad supera los 1.000 millones de toneladas. Estados Unidos, con cerca de 400 millones de toneladas en 2021, y China, con más de 272 millones, encabezan el ranking de mayores productores de maíz. Les siguen a bastante distancia Brasil y Argentina.

En España, el cultivo de maíz no ha conseguido desbancar al del trigo, aunque su consumo ha aumentado en los últimos años debido, sobre todo, a que es un alimento básico que no tiene gluten. Como alimento, el maíz tiene otros beneficios nutricionales, por ejemplo, que es rico en minerales y vitaminas, fuente de antioxidantes y tiene un efecto saciante.

Se calcula que el maíz se cultiva desde hace más de 7.000 años en México y Centroamérica. Llegó a España en el siglo XVI, convirtiéndose en uno de los cultivos de cereales clásicos del país. Aun así, aunque nos encontramos en el Top 10 europeo, el mayor productor del Continente es Francia. La producción nacional de maíz se concentra en Castilla y León (25% aproximadamente) y Extremadura y Aragón (15-25%), aunque también es notable en otras regiones como Castilla-La Mancha, Andalucía y Cataluña

Cabe mencionar también otras áreas en las que se cultiva maíz en zonas húmedas, sobre todo en Galicia. El cultivo de maíz en las zonas húmedas de España se caracteriza porque no necesita riego o se riega de manera muy esporádica, mientras que, en otras partes, como Aragón o Andalucía, sí tiene que cultivarse en regadío.

Características del cultivo de maíz

El maíz es un cereal de la familia gramínea americana que desarrolla tallos muy largos, que pueden alcanzar los 4 metros de altura, y produce unas espigas o mazorcas de las que se extrae el grano.

Existen muchas variedades; de hecho, este cereal ha sido la base de muchas investigaciones y el maíz que se originó de manera silvestre hace miles de años prácticamente no existe. Ahora bien, se cree que el origen del maíz se encuentra, precisamente, en la fusión de distintas plantas que crecían en México, principalmente el teocintle o teosinte, que todavía existe en su forma silvestre. Hoy en día, entre el maíz domesticado, el de mayor cultivo es el amarillo duro y el blanco dentado.

El cultivo del maíz es de ciclo anual y es un cereal de fácil desarrollo. Eso sí, es bastante sensible al clima y, aunque resiste temperaturas mínimas de hasta 8°C, requiere un clima cálido.
Por lo general, desde la siembra de las semillas hasta la aparición de los primeros brotes, suelen pasar unos 8-10 días y, a partir de ahí, el desarrollo es continuo.

Cuidados del cultivo de maíz

Principalmente, el cultivo de maíz se da en zonas con climas cálidos, pero no de calor extremo, y no especialmente húmedos. Las precipitaciones suaves o el riego son necesarios sobre todo durante las fases de crecimiento del maíz, sin embargo, si el clima es demasiado húmedo, el rendimiento de la cosecha podría verse mermado.

Dependerá de la variedad de maíz y otros factores, pero, en general, la temperatura óptima para que se produzca la germinación de la semilla es de entre 15-20°C y, para que fructifique, entre 20-32°C. El cultivo de maíz puede sobrevivir en temperaturas superiores, aunque es probable que se empiecen a dar problemas derivados de la dificultad de absorber agua.

Las exigencias de agua de este cultivo van cambiando a lo largo del ciclo; entre los 42-52 m³ en las primeras semanas de siembra y desarrollo, y los 185-200 m³ semanales a partir de la floración, con el pico de necesidad hídrica antes de la fecundación del grano.

En cuanto al suelo, es importante trabajarlo bien antes de cultivar maíz. Se recomienda utilizar tierras en las que se hayan cultivado plantas que mejoran las propiedades del suelo como las judías o la alfalfa. También se pueden utilizar suplementos de bionutrición, sobre todo si hubiese una carencia de nitrógeno, muy importante para el cultivo de maíz.

En las variedades tempranas, se recomienda un suelo más arenoso; mientras que las más tardías podrán desarrollarse bien en suelos más arcillosos, sin que sean demasiado pesados. En cualquier caso, es fundamental un buen drenaje para que las raíces no tengan problema al absorber agua y nutrientes del terreno.

Sea como sea el área de cultivo del maíz, habrá que tener especial cuidado con el control de las malas hierbas, tanto de hoja ancha como estrecha. También pueden suponer un peligro algunas plagas como las de pulgones o gusanos grises. Tanto para prevenir como para suprimir estos y otros problemas, en Tradecorp contamos con una amplia gama de soluciones; disponemos de diversos productos contra las malas hierbas y las plagas que te ayudarán a que tus cultivos se desarrollen en su máximo potencial.